Una de las cosas que más llama la atención del Playa de Oro Lodge, es que este es un alojamiento muy natural frente al mar. Al llegar lo primero que se aprecia son sus amplios y florecidos jardines rodeados de palmeras y árboles frutales, así como un deck de madera en el que muchos turistas pasan la tarde observando la caída del sol e incluso viendo ballenas saltar a lo lejos.

Las habitaciones, que se encuentran en varios bloques de dos niveles hechos de madera, son amplias, cómodas e iluminadas y cuentan con nombres de árboles nativos y peces comunes en la región. Permanecen decoradas con cuadros de coloridas flores y artesanales floreros con heliconias. Todas cuentan con ventilador o aire acondicionado y terraza con hamaca.

El restaurante es uno de los espacios que más disfrutan los viajeros gracias a la variedad y a la calidad de platos a base de pescado que ofrece, así como a su preciosa vista sobre la bahía. Si usted no gusta del pescado o es vegetariano, también puede encontrar diferentes opciones. Si pide pez aguja, no se preocupe al ver las espinas verdes, ya que ese es su color natural.